El sonido es lo que nos habla del mundo,
y la música que desprendes es lo que te define.
La risa salida de tu esencia,
ilumina y traza el camino entre las tinieblas,
porque respiras, y el mar se acerca a escuchar tu canción.
Eres el ser que busca y encuentra el fundamento y la verdad.
El mundo premia a aquella que te escucha,
valiente y sosegada,
mientras desestima a la falta temeraria de paciencia.
EL ECO DE LA PALOMA
La imaginación y la libertad son como el vuelo ligero del ave que habita en nuestras mentes y corazones, que habita en este blog, en el eco pacifico de una paloma pacifista.
lunes, 16 de octubre de 2017
lunes, 14 de agosto de 2017
MUJER
Salir de la burbuja
y
flotar con ella sobre el aire inerte.
La niña que ya no es atardece sobre mirada de
la mujer que se encuentra.
La satisfacción de la felicidad atemporal,
la emoción de lo que nunca se acaba,
entre alabanzas y efervescencias,
negarle la vida a la muerte.
Nacimos para el arte de seducir al miedo
injusto.
Desnudarse ante la nostalgia y enfrentarse a
ella:
cortarle sus alas de cristal.
martes, 4 de julio de 2017
Desencadénate
Desencadenada de ti escucho la libertad susurrante del viento que canta.
No eres la canción que busco, ni las cadenas que necesito.
Eres el fuego que acalora, quema y lo destruye todo.
Pero si en tus ojos he podido ver el mar...
puedes llegar a dejar de ser el gusano que habla,
el bicho fanfarrón,
y rescatar la mariposa justa y libre que vuela sobre el fuego, la muerte,
la parca que dejó de ser.
No eres la canción que busco, ni las cadenas que necesito.
Eres el fuego que acalora, quema y lo destruye todo.
Pero si en tus ojos he podido ver el mar...
puedes llegar a dejar de ser el gusano que habla,
el bicho fanfarrón,
y rescatar la mariposa justa y libre que vuela sobre el fuego, la muerte,
la parca que dejó de ser.
lunes, 15 de mayo de 2017
EL RELOJ DE ARENA (JORGE LUIS BORJES)
Está bien que se mida con la dura
Sombra que una columna en el estío
Arroja o con el agua de aquel río
En que Heráclito vio nuestra locura
El tiempo, ya que al tiempo y al destino
Se parecen los dos: la imponderable
Sombra diurna y el curso irrevocable
Del agua que prosigue su camino.
Está bien, pero el tiempo en los desiertos
Otra substancia halló, suave y pesada,
Que parece haber sido imaginada
Para medir el tiempo de los muertos.
Surge así el alegórico instrumento
De los grabados de los diccionarios,
La pieza que los grises anticuarios
Relegarán al mundo ceniciento
Del alfil desparejo, de la espada
Inerme, del borroso telescopio,
Del sándalo mordido por el opio
Del polvo, del azar y de la nada.
¿Quién no se ha demorado ante el severo
Y tétrico instrumento que acompaña
En la diestra del dios a la guadaña
Y cuyas líneas repitió Durero?
Por el ápice abierto el cono inverso
Deja caer la cautelosa arena,
Oro gradual que se desprende y llena
El cóncavo cristal de su universo.
Hay un agrado en observar la arcana
Arena que resbala y que declina
Y, a punto de caer, se arremolina
Con una prisa que es del todo humana.
La arena de los ciclos es la misma
E infinita es la historia de la arena;
Así, bajo tus dichas o tu pena,
La invulnerable eternidad se abisma.
No se detiene nunca la caída
Yo me desangro, no el cristal. El rito
De decantar la arena es infinito
Y con la arena se nos va la vida.
En los minutos de la arena creo
Sentir el tiempo cósmico: la historia
Que encierra en sus espejos la memoria
O que ha disuelto el mágico Leteo.
El pilar de humo y el pilar de fuego,
Cartago y Roma y su apretada guerra,
Simón Mago, los siete pies de tierra
Que el rey sajón ofrece al rey noruego,
Todo lo arrastra y pierde este incansable
Hilo sutil de arena numerosa.
No he de salvarme yo, fortuita cosa
De tiempo, que es materia deleznable.
Sombra que una columna en el estío
Arroja o con el agua de aquel río
En que Heráclito vio nuestra locura
El tiempo, ya que al tiempo y al destino
Se parecen los dos: la imponderable
Sombra diurna y el curso irrevocable
Del agua que prosigue su camino.
Está bien, pero el tiempo en los desiertos
Otra substancia halló, suave y pesada,
Que parece haber sido imaginada
Para medir el tiempo de los muertos.
Surge así el alegórico instrumento
De los grabados de los diccionarios,
La pieza que los grises anticuarios
Relegarán al mundo ceniciento
Del alfil desparejo, de la espada
Inerme, del borroso telescopio,
Del sándalo mordido por el opio
Del polvo, del azar y de la nada.
¿Quién no se ha demorado ante el severo
Y tétrico instrumento que acompaña
En la diestra del dios a la guadaña
Y cuyas líneas repitió Durero?
Por el ápice abierto el cono inverso
Deja caer la cautelosa arena,
Oro gradual que se desprende y llena
El cóncavo cristal de su universo.
Hay un agrado en observar la arcana
Arena que resbala y que declina
Y, a punto de caer, se arremolina
Con una prisa que es del todo humana.
La arena de los ciclos es la misma
E infinita es la historia de la arena;
Así, bajo tus dichas o tu pena,
La invulnerable eternidad se abisma.
No se detiene nunca la caída
Yo me desangro, no el cristal. El rito
De decantar la arena es infinito
Y con la arena se nos va la vida.
En los minutos de la arena creo
Sentir el tiempo cósmico: la historia
Que encierra en sus espejos la memoria
O que ha disuelto el mágico Leteo.
El pilar de humo y el pilar de fuego,
Cartago y Roma y su apretada guerra,
Simón Mago, los siete pies de tierra
Que el rey sajón ofrece al rey noruego,
Todo lo arrastra y pierde este incansable
Hilo sutil de arena numerosa.
No he de salvarme yo, fortuita cosa
De tiempo, que es materia deleznable.
domingo, 7 de mayo de 2017
RECOMENDACIÓN: KPOE
Como cada lunes, os escribo a través de este blog. Pero esta vez no os voy a dejar ningún escrito mío, ni ningún poema de alguna autora (o autor) reconocida. Hoy vengo a hablaros de un blog de poemas: http://titeresdelapalabra.blogspot.com.es/ . Su autor, amigo mío, lo creó el año pasado, y por alguna razón que no termino de comprender, decidió dejar de dar a conocer en él su arte. Pese a que su poesía y la mía son muy distintas en aspectos muy notables (rima, métrica, y un montón de cosas más que yo no suelo poner en práctica, pero que a él le salen de forma natural), creo que en estos tiempos, en los que la poesía no es, ni de lejos, uno de los bienes literarios más consumidos, o en caso de serlo, los poemas más comercializados carecen de calidad artística , o de un trasfondo interesante; la poesía de KPOE (así se hace llamar en el blog) no es para nada representativa de todo esto que acabo de decir, y hace que se merezca, cuanto menos, una oportunidad, una lectura lenta y cercana. Te sigo animando a que vuelvas a publicar. Creo que ya comienzo a ser un tanto cansina, para él, pero repito: su poesía me parece necesaria. Y si no me creeis a mí. Y si no me crees a mí, hazle caso al tío Walt (Walt Whitman, por supuesto):
"¡Oh, mi yo! ¡oh, vida! de sus preguntas que vuelven,
Del desfile interminable de los desleales, de las
ciudades llenas de necios,
De mí mismo, que me reprocho siempre (pues,
¿quién es más necio que yo, ni más desleal?),
De los ojos que en vano ansían la luz, de los objetos
despreciables, de la lucha siempre renovada,
De lo malos resultados de todo, de las multitudes
afanosas y sórdidas que me rodean,
De los años vacíos e inútiles de los demás, yo
entrelazado con los demás,
La pregunta, ¡Oh, mi yo!, la pregunta triste que
vuelve - ¿qué de bueno hay en medio de estas
cosas, Oh, mi yo, Oh, vida ?
RESPUESTA
QUE ESTÁS AQUÍ-QUE EXISTE LA VIDA Y LA IDENTIDAD,
QUE PROSIGUE EL PODEROSO DRAMA,
Y QUE TÚ PUEDES CONTRIBUÍR CON UN VERSO."
¿Cuál es tu verso KPOE?
domingo, 30 de abril de 2017
Muros, mirada al cielo
Esperamos que la inspiración nos inunde
y pretendemos que los sueños nos arranquen el miedo a luchar.
Construimos muros que nos impiden ver a luz que nos permite crecer.
Nos impedimos crecer.
Pero si alzamos la vista siempre podemos ver el cielo.
Encontrar la inspiración.
Y los muros se desvanecen.
Pero claro: hay que alzar la vista para ver el cielo
y abrir los ojos para ver los muros.
y pretendemos que los sueños nos arranquen el miedo a luchar.
Construimos muros que nos impiden ver a luz que nos permite crecer.
Nos impedimos crecer.
Pero si alzamos la vista siempre podemos ver el cielo.
Encontrar la inspiración.
Y los muros se desvanecen.
Pero claro: hay que alzar la vista para ver el cielo
y abrir los ojos para ver los muros.
lunes, 24 de abril de 2017
NACER HOMBRE (ADELA ZAMUDIO)
Aquí os dejo un poema de Adela Zamudio, una gran poetisa y pionera en el feminismo:
Cuánto trabajo ella pasa
Por corregir la torpeza
De su esposo, y en la casa,
(permitidme que me asombre)
tan inepto como fatuo
sigue él siendo la cabeza,
porque es hombre.
Si alguna versos escribe
-De alguno esos versos son
que ella sólo los suscribe;
(permitidme que me asombre)
Si ese alguno no es poeta
¿por qué tal suposición?
-Porque es hombre.
Una mujer superior
en elecciones no vota,
y vota el pillo peor;
(permitidme que me asombre)
con sólo saber firmar
puede votar un idiota,
porque es hombre.
Él se abate y bebe o juega
en un revés de la suerte;
ella sufre, lucha y ruega;
(Permitidme que me asombre). ella se llama ser débil,
y él se apellida ser fuerte
porque es hombre.
Ella debe perdonar
si su esposo le es infiel;
mas, él se puede vengar;
(permitidme que me asombre)
en un caso semejante
hasta puede matar él,
porque es hombre.
¡Oh, mortal!
¡Oh mortal privilegiado,
que de perfecto y cabal
gozas seguro renombre!
para ello ¿qué te ha bastado?
Nacer hombre.
Cuánto trabajo ella pasa
Por corregir la torpeza
De su esposo, y en la casa,
(permitidme que me asombre)
tan inepto como fatuo
sigue él siendo la cabeza,
porque es hombre.
Si alguna versos escribe
-De alguno esos versos son
que ella sólo los suscribe;
(permitidme que me asombre)
Si ese alguno no es poeta
¿por qué tal suposición?
-Porque es hombre.
Una mujer superior
en elecciones no vota,
y vota el pillo peor;
(permitidme que me asombre)
con sólo saber firmar
puede votar un idiota,
porque es hombre.
Él se abate y bebe o juega
en un revés de la suerte;
ella sufre, lucha y ruega;
(Permitidme que me asombre). ella se llama ser débil,
y él se apellida ser fuerte
porque es hombre.
Ella debe perdonar
si su esposo le es infiel;
mas, él se puede vengar;
(permitidme que me asombre)
en un caso semejante
hasta puede matar él,
porque es hombre.
¡Oh, mortal!
¡Oh mortal privilegiado,
que de perfecto y cabal
gozas seguro renombre!
para ello ¿qué te ha bastado?
Nacer hombre.
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