NO ACEPTÉIS QUE OS MIREN EL TELÉFONO

"No aceptéis que os miren el teléfono"
dicen mientras dilapidan nuestros sueños;
"queremos una sociedad madura",
sin soberanía para el pueblo,
sin democracia,
no aquella sin violencia de género,
sino liderada por burocracia,
guiada por fósiles.
Sin soberanía para el pueblo,
quien, huérfano de padre,
se revela y lucha y se abre paso.
El cambio es imparable.
Huérfano de padre se acuesta
y liderado por madres se levanta.
Ya no hay reyes, ni alcaldes,
sino reinas y alcaldesas.
No hay desahucios, hay mareas,
con "-as" de "personas",
porque el cambio tiene nombre de mujer,
pero lo necesitamos todos,
y todas.
Por eso, feminismo es igualdad,
y machismo tan sólo un decrépito patriarcado.