Desencadenada de ti escucho la libertad susurrante del viento que canta.
No eres la canción que busco, ni las cadenas que necesito.
Eres el fuego que acalora, quema y lo destruye todo.
Pero si en tus ojos he podido ver el mar...
puedes llegar a dejar de ser el gusano que habla,
el bicho fanfarrón,
y rescatar la mariposa justa y libre que vuela sobre el fuego, la muerte,
la parca que dejó de ser.