Me gusta mirarte y que no rechaces mis pupilas.
Suavidad y fuerza en todo tu ser.
Eres la bondad de tu mirada,
la dulzura del canto de sirena.
Pienso en ti y las palabras brotan,
versos de una lira inacabada,
música celestial de un dios sin paraíso.
¿Que por qué quererte?
Porque eres tú.
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