-En Esfaraptop ya no hay posibilidades
de vida – Dijo Dail.
Dail era un joven
gautoriano de octava generación , al que le apasionaba la idea de
llegar a ser un gran astronauta. Esta idea le vino a la mente en el
momento en el que le contaron la historia de un antepasado suyo ,
Daril, pues este último había formado parte de la expedición
encargada de poblar el planeta Gautor, por lo que fue, además, una
de las primeras personas en pisar su fértil terreno y respirar su
delicada atmosfera.
Tras pasar unos
cuantos años desde aquel feliz momento en que nuestro protagonista
escuchaba muy atentamente a sus padres contar la historia de Daril,
el todavía muy joven muchacho decidió luchar por su sueño y donar
una gran suma de dinero gautoriano a la expedición interplanetaria
de la cual formaría parte. Esta expedición no tenía otra finalidad
que la supervivencia y expansión del ser humano por los distintos
planetas de las galaxias conocidas.
Dail era, sin duda
, el tema de conversación que había causado un mayor número de
discusiones entre la tripulación , pues debido a su escasa
experiencia, algunos de sus compañeros ponían en duda su talento e
incluso su utilidad en la misión. Claro está que no todos tenían
la misma opinión acerca del muchacho, pues algunos veían en él
ciertos valores que en otros de sus compañeros escaseaban bastante,
como la esperanza, la valentía o el compañerismo. Ambas opiniones
generaban innumerables conflictos. Además el joven astronauta había
hecho cosas con las que aquellos que estaban en su contra no estaban
de acuerdo. Uno de los casos más claros fue el del planeta Harit, un
planeta , según Dail, “inhabitable” para el ser humano. Muchos
de sus compañeros no compartían esta opinión , pues las máquinas
revelaban todo lo contrario, entre ellos el capitán , que a su vez
era el jefe de la expedición, le hizo caso y, tras recoger unas
muestras , abandonaron el planeta. Aunque él tampoco estaba muy de
acuerdo con el chico , decidió darle un voto de confianza, pues se
trataba del joven que desde el momento en que le conoció no había
dejado de sorprenderle con su afán por aprender y por conocer todo
cuanto le rodeaba .
Con la llegada a
Esparaftop la cosa fue a peor , pues toda la plantilla a bordo estaba
realmente segura de la posibilidad de que cualquier persona pudiera
habitar en aquel lugar, menos él, o eso parecía .Dail había dicho
a la tripulación que no había ninguna posibilidad de que el ser
humano pudiera sobrevivir en este planeta, pero esto es lo que decía
de cada uno de los mundos que pisaban . Con todo esto el capitán
suponía que el muchacho tendría alguna buena razón para hacer lo
que hacía , y lo ocurrido le sirvió para confirmar que algo se
tramaba.
Desde que el jefe
de la expedición confirmo sus sospechas sobre Dail, decidió seguir
al joven muy de cerca, y , sin perderle de vista, comenzó a
imaginarse cualquier tipo de excusa que explicara el hecho de que
Dail tratase de sabotear su propia expedición, la cual el mismo
había financiado, pero no encontró ninguna realmente creíble.
Pasaron un par de
semanas , durante las cuales el protagonista pudo darse cuenta de que
el propio oficial le estaba siguiendo , y no era dificil imaginarse
el por qué de la persecución . Tuvieron que pasar unos cuantos días
más hasta que el joven le confesase al Capitán lo que se traía
entre manos.
Dail le explicó
al jefe de la nave que su intención nunca fue manchar su buen
curriculum, pero era cierto que trataba de sabotear la misión
espacial. El joven no lo había hecho con mala intención, pues lo
único que trataba de conseguir era salvaguardar la vida autóctona
de los lugares en los que aterrizaban , y ambos sabían que eso no
sería posible si el ser humano hacía vida en ellos.
Eso era lo que el
Capitán (y probablemente muchas de las personas que estan leyendo
estas lineas) no podía entender. Dail quería ser astronauta, uno de
los mejores, o almenos dejar su huella en la historia (por pequeña
que fuese), como lo había hecho Daril. Pero el todavía inexperto
astronauta no podía imaginarse ser un estropea-planetas o
mata-mundos. Lo que él quería realmente, y para lo cual estaba
luchando, era poder ver , escuchar, sentir y oler todo aquello que se
había ido imaginando durante toda su vida, todo aquello que le
habían ido contando durante años, todo aquello que había leído en
sus libros de ciencia-ficción o todo aquello que había ido
investigando.
Dail estaba
haciendo su sueño realidad , y nadie podría impedirselo, con lo
cual trató de convencer al oficial , fuese como fuese , de que lo
que él había hecho , bien hecho estaba. No fue esta tarea fácil,
pero al final lo consiguió. Para hacerlo tuvo que tocarle la fibra
más de lo que a él mismo le hubiera gustado, pero con un largo e
intenso discurso sobre sus sueños (los de Dail), y lo mucho que
seguramente se parecerían a los del veterano astronauta, lo
consiguió. Seguramente creereis que a partir de ese momento todo fue
viento en popa a toda vela, vamos lo que se suele llamar un camino de
rosas, pues no, nada de eso ocurrió.
El ingenuo Capitán
, tan ingenuo como valiente, decidió cambiar de planes con respecto
a la misión espacial, y además de eso, explicarle el nuevo enfoque
de esta misma a la tripulación (de ahí su valentía). El jefe de la
misión se sorprendió notablemente al ver el desagrado de la mayor
parte de la expedición (de ahí su ingenuidad), pues realmente
pensaba que las personas a bordo iban a ser menos dificiles de
convencer de lo que él mismo lo había sido.
Hubo que dedicar
unos cuantos días a negociar ese nuevo enfoque de la misión , pues
la tripulación se encontraba nuevamente dividida en dos .Pero al
final se dio por zanjado el tira y afloja entre ambas partes . La
misión no estaría enfocada a la investigación de aquellos planetas
aptos para la vida humana , sino a todos aquellos mundos que la
tripulación eligiese por votación. La nave tenía , sin duda
ninguna, un sistema democrático , pues aunque el Capitán había
dejado su puesto , ya que no se sentía muy comodo al tenerlo , pero
volvió a él tras haber sido escogido por mayoría absoluta.
La historia no
termina aquí , pues Dail sigue viviendo grandes aventuras
aprendiendo lo que podía de todo aquello que le rodeaba , y
cumpliendo su gran sueño de ser un gran astronauta. Es el relato el
que finaliza . De lo que si estoy segura es de que a partir de
entonces todo siguió siendo un camino lleno de obstaculos para
nuestro protagonista, pero aunque no era un muchacho muy atlético
supo superarlos y aprender de ellos.