UNO DE ENERO

Hola . Me llamo Paula. Hoy es treinta de diciembre de dos mil doce . Este año ha sido el más especial de mi vida. En el he descubierto tantas sensaciones que creía inexistentes . El uno de enero , mientras caminaba por la ciudad , comenzó a llover. Medio año antes me había divorciado de mi marido. La llama de nuestro amor se apagó justo en el momento en el que el corazón de nuestro hijo dejó de latir. Mientras recordaba todo esto, me dirigía a refugiarme a un portal. De él salía una joven apresuradamente, tanto que ambas tropezamos , provocando mi caída. Nerea, que así se llamaba ella, me pidió perdón una y mil veces , tantas como las que yo le dije que estaba bien. La invité a un chocolate en un café. Hablamos largo y tendido. Ella me contó que había venido desde Filipinas para poder estudiar periodismo, y que se había propuesto encontrar el amor verdadero. Yo , en cambio, le conté que había perdido a mi hijo en un accidente de coche , y que mi marido y yo nos habíamos divorciado. Viéndome en el reflejo de sus ojos sentía algo muy intenso , era amor. A la semana siguiente nos volvimos a encontrar, por casualidad, en un parque. Yo, sentada en un banco , mirando a un niño jugar, recordaba que hace un año mi hijo estaba en el lugar de ese niño. Rompí a llorar. Ella , que estaba paseando a su perro, corrió a sentarse junto a mi, y sin decir palabra me abrazó. Esta vez fue ella la que me invitó a mi a un chocolate. Al día siguiente nos volvimos a encontrar en el mismo parque , a la misma hora, pero ella traía dos perros en lugar de uno, el otro me lo regaló justo antes de decirme que viniese siempre a la misma hora a pasear al perro con ella. Al mes siguiente nos hicimos pareja. Ahora que llevamos ya casi un año nos hemos confesado , la una a la otra , de que cada una le había cambiado la vida a la otra. Ella me sacó de la más profunda depresión. Yo cumplí su sueño, le he hecho encontrar el amor verdadero . Después de esto me he dado cuenta de que ese lluvioso uno de enero fue el mejor día de mi vida.