Madrid.
Veinticinco de agosto de dosmil doce. Seis en punto de la mañana .
El primer rayo de sol acababa de colarse entre la persiana ,
iluminando la oscura habitación, a la vez que Óscar contemplaba
maravillado la desumbrante belleza que Rocío desprendía al dormir,
recordando todo lo vivido junto a ella , e imaginando lo que el
futuro les depararía.
aaaaw!!! qué bonito!! ^^
ResponderEliminarUn beso! ;)
http://myworldlai.blogspot.com.es
Jajajja esto...
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